«Estudié Derecho en la Universidad de Chile y también cursé dos diplomados: Regulación Eléctrica, y Género y Políticas Públicas. Antes de trabajar en la Comisión Nacional de Energía (CNE) como parte del Departamento Jurídico, estuve en el estudio jurídico FerradaNehme, lugar en el que me especialicé en libre competencia y mercados regulados. Durante mi carrera he tenido la oportunidad de asesorar a empresas, gremios y ahora al regulador, tanto en materias de libre competencia de diversos mercados como en aspectos de la industria de la electricidad y el gas».

«Mi vínculo con el Derecho Eléctrico nació en la universidad y de manera bien aleatoria: en la facultad ese ramo se imparte como un electivo y la verdad es que me inscribí sin ninguna expectativa. Para mi sorpresa, salí enamorada de esta industria. Después de eso hice mi tesis en el tema y fui ayudante del ramo. Una vez ya egresada me he ido involucrando cada vez más, primero desde la perspectiva de la libre competencia y ahora desde la vereda de la regulación».

«En 5 años más me encantaría estar liderando un equipo multidisciplinario, compuesto por mujeres tan competentes y dedicadas como las que he tenido la suerte de conocer en el programa de Women in Energy. Idealmente desde el sector público, porque es el trabajo que más me hace sentido en lo personal. Sin embargo, más allá del lugar, para mí lo relevante sería poder estar involucrada en los temas de regulación energética que van a marcar los próximos 20 años, como la descarbonización de la matriz eléctrica, los desafíos del acceso a la energía derivados del calentamiento global, la modernización de la distribución, una posible reforma al sistema marginalista y la electromovilidad, entre muchos otros».

«El liderazgo femenino es requisito esencial para que se materialice la transición energética, así como todas las demás reformas que necesitamos introducir a nivel global. Me parece que las herramientas y competencias que entregamos las mujeres, es uno de los eslabones que faltan para que modificaciones tan importantes como la transición energética puedan concretarse. Al final del día, somos la mitad de la población y existe un potencial gigantesco que hoy no se está aprovechando para abordar los problemas actuales, los cuales, sin lugar a dudas, necesitan de un nuevo acercamiento para su solución. Espero poder ser parte de esos cambios, pero, por sobre todo, me gustaría impulsar a otras mujeres a ser su mejor versión, por ellas y su desarrollo profesional, pero principalmente, porque las necesitamos para hacer los cambios que todas las áreas necesitan concretar y esta industria en especial».