Hoy nos toca conocer a dos abogadas y una ingeniera con dos titulaciones. Las tres cuentan con mucha experiencia, estudios y conocimiento en sus áreas, lo que también las ha llevado a reflexionar bastante sobre la transición energética y la importancia de contar con diversidad dentro de la industria. Acá hay mucha sabiduría. Conozcamos a Valeria, Priscilla y Cristina.

Valeria Moyano Aquije – Coordinador Eléctrico Nacional

«Soy abogada, con más de quince años de experiencia en el sector energético, magister en Derecho Regulatorio por la Pontificia Universidad Católica de Chile y con estudios en regulación energética, libre competencia, derecho administrativo y ambiental. Nací y crecí en Lima, Perú. Llegué a Chile por amor hace casi once años (¿cómo pasa el tiempo?) y hoy junto a mi marido hemos formado una hermosa familia con una niñita que adoramos. Cada vez que puedo vuelvo a mi país a ver a mi familia y amigos, y trato de escaparme a conocer nuevos lugares, pues me encanta viajar».

«Mi vínculo con la energía se inició a través de las industrias de hidrocarburos, combustibles líquidos y gas natural, como abogada integrante del equipo legal de las gerencias encargadas de la supervisión y fiscalización de estas activades en el Osinergmin, organismo regulador peruano en temas de energía y minería. De ese periodo descubrí mi pasión por el derecho regulatorio, un área en ese entonces poco tradicional en la profesión legal y aprendí a trabajar y entender la industria energética desde la mirada de los expertos técnicos, identificando cómo los abogados podemos ser un aporte clave para lograr soluciones y estrategias integrales e innovadoras para atender los desafíos del sector».

«Al llegar a Chile tuve un breve paso por la academia, en el Programa de Derecho Administrativo Económico y el Centro de Libre Competencia de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Luego me incorporé al, entonces, Centro de Despacho Económico de Carga del SING, el que desde la reforma eléctrica del año 2016 pasó a ser el Coordinador Eléctrico Nacional».

«Creo firmemente que la participación femenina (en la industria energética) es clave: promovemos una visión conciliadora y tenemos grandes habilidades de comunicación, además de ser expertas innatas en el desarrollo de redes».

«Actualmente me desempeño como abogada senior en el Coordinador, donde participo -entre otros- en el análisis y resolución de los temas regulatorios y normativos a cargo del área, así como del apoyo legal en las licitaciones de obras de expansión de la transmisión y de servicios complementarios. Aquí sigo aprendiendo constantemente de mis colegas y también de los ingenieros e ingenieras, a quienes agradezco su generosidad con sus conocimientos y con su trabajo, en un sector que, hoy más que nunca, está en permanente cambio y evolución y requiere reaprender y repensar las reglas y definiciones, con una mirada plural y colaborativa».

«Para mí, la humanización energética se trata de poner a los ciudadanos, a las personas, en el centro de la regulación y del desarrollo de la industria energética, buscando que la energía aporte directamente en su bienestar y calidad de vida, y que también permita el desarrollo de la sociedad en su conjunto, con una mirada sostenible, diversa e innovadora. Creo que es muy interesante y entretenido trabajar en el sector, en donde se están gestando pequeñas grandes reformas para acercarnos a un sector energético más sostenible, más responsable y consciente de su impacto en el entorno y más cercano a la ciudadanía. Debemos buscar que la energía deje de ser un tópico de expertos y se vuelva en un tema cotidiano, transversal y entendible por todos».

«Y en esta transición energética, creo firmemente que la participación femenina es clave: las mujeres aportamos la intuición, junto a los aspectos más racionales, en la forma de ver y enfrentar los desafíos. Promovemos una visión conciliadora y tenemos grandes habilidades de comunicación, además de ser expertas innatas en el desarrollo de redes, herramientas necesarias para el trabajo colaborativo y multidisciplinario. Por ello, sigue siendo necesario impulsar medidas destinadas a eliminar las brechas que tradicionalmente tenemos las mujeres en nuestro desarrollo profesional, entre ellas, el fomento de la conciliación con la vida familiar, con una apuesta decidida por la flexibilidad laboral que nos permita maternar, paternar o ejercer otros roles personales o de cuidado sin caer en el burn out».

«Algún día, ya no habrá debate sobre la pertinencia o no de acciones afirmativas o cuotas para fomentar la participación laboral femenina, porque no será más una brecha pendiente. Y en estos desafíos es clave la participación integrada de mujeres y hombres, porque no se trata de un tema netamente femenino, sino que es un tema que debe abordar la sociedad entera».

Priscilla Leufuman – Ministerio de Energía

«Soy Priscilla, mujer de 42 años, hija de Hugo y Juanita, y tía de Dani, Cata, Lauri, Trini y Diego, mis “personas favoritas”. Ingeniera ambiental e ingeniera civil industrial, con 15 años de experiencia, desarrollando labores tanto en el sector público como privado. Actualmente, trabajo en el Ministerio de Energía como parte del equipo que generó el proyecto de Ley de Eficiencia Energética, norma promulgada en enero de 2021. Hoy se está implementando el artículo 2 de esta ley, relacionado a los grandes consumidores de energía del país, un desafío tremendo para todos los que estamos involucrados».

«Mi amor por el cuidado de donde vivimos me hizo cambiar mi rumbo desde la contabilidad hacía la ingeniería ambiental. Hice mi practica en una empresa minera, en un proyecto que buscaba certificar la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Fue difícil, ya que en ese entonces (2006), las personas desconocían estos temas y lo relevante que era el consumo de energía sobre el calentamiento global. No había conciencia del problema que se nos venia. Sin embargo, al final de mi estadía ahí, después de 5 años, esto cambió y las mismas personas incrédulas comenzaron a entender lo importante que era la eficiencia energética, no tan solo en lo ambiental, sino también en el beneficio que revierte para todo el país».

«Creo que es necesario humanizar la energía y no tan solo preocuparnos de los aspectos técnicos o ver los problemas solo desde un lado, sino que esto debe ser con una gran cuota de empatía».

«Desde aquí en adelante, la eficiencia energética fue mi camino laboral, específicamente los Sistemas de Gestión de Energía (SGE) en las industrias, promoviéndolos como una herramienta útil para que las empresas logren identificar sus puntos de mejora energética. También estuve en la Agencia de Sostenibilidad Energética, en la primera versión del Programa Nacional de SGE en la Industria (2011), cuya tarea era dar a conocer los SGE y que las empresas los adoptaran en sus procesos, logrando sentar las bases para gran parte de la experiencia que hoy existe en el país».

«Respecto a la transición energética, creo que es necesario humanizar la energía y no tan solo preocuparnos de los aspectos técnicos o ver los problemas desde un solo lado, sino que esto debe ser con una gran cuota de empatía. Esta es una de las capacidades más importantes que tenemos como seres humanos: conectar con las preocupación, problemas y expectativas de otros. Creo que no puede haber desarrollo si esto afecta a algunos, por lo mismo es necesario escuchar, conocer, integrar a todos y todas, poner a disposición nuestros conocimientos técnicos para solucionar problemas sin generar otros, e involucrar a la mayoría posible en las conversaciones, buscando una mejor calidad de vida».

«La participación de la mujer, como en cualquier industria, es muy relevante, por el lado humano que aportamos, además de toda la parte técnica. Tenemos la capacidad de empatizar con mayor facilidad, nos cuesta menos escuchar e incluir, formar equipos y lograr cohesiones para el logro de un objetivo. Y si bien la participación de la mujer en el sector energético ha aumentado, creo que debemos seguir generado habilidades en la mujeres del sector, y que en conjunto trabajemos por las acciones necesarias para alcanzar las metas carbono neutralidad de nuestro país».

Cristina Durán – SEC

«Soy Cristina Durán, de profesión abogada. Mi experiencia e interés profesional se ha concentrado en el área del derecho de los recursos naturales. Actualmente trabajo en la Unidad de Concesiones Eléctricas de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC). Como profesional, disfruto bastante los desafíos intelectuales, sobre todo porque en la industria de la energía se han experimentado grandes cambios y reformas que exigen estar actualizados constantemente. Personalmente, me considero extrovertida, alegre y apasionada; y si pudiese mencionar uno de mis hobbies favoritos, se destacan todos aquellos que se desarrollan al aire libre».

«El vínculo con la industria energética nace en la universidad, donde comencé a desarrollar interés por los recursos naturales. Luego, tuve la oportunidad de trabajar en un estudio de abogados que eran expertos en esta área, donde profundicé mis estudios para alcanzar mis objetivos, profesionalmente hablando. Allí, tuve la oportunidad de conocer de cerca un proyecto de energía con impacto nacional y que me generó bastante inquietud intelectual el poder aprender más dentro de la industria. Posteriormente, incursioné en la investigación sobre la industria energética, donde logré publicar algunas columnas en el Diario Constitucional. Actualmente, me vinculo con el sector a través de mi trabajo en la Unidad de Concesiones Eléctricas de la SEC».

«La industria energética se encuentra en un estado evolutivo, la cual nos invita a tener la capacidad de adaptarnos a nuevos desafíos y circunstancias para alcanzar los objetivos propuestos».

«En el contexto de la transición energética, el concepto de ‘humanización’ conlleva hacernos preguntas tales como: ¿para qué necesitamos la transición energética?, ¿a quién está dirigida?, ¿qué es lo que efectivamente estamos logrando con estos cambios? Tenemos que considerar que cuando hablamos de la transición energética siempre lo relacionamos a un suministro específico o a un cambio tecnológico. Por ello, creo que es relevante fijar la idea que la ‘humanización’ permite integrar varios conceptos dentro de la industria, tales como sostenibilidad energética, equidad y seguridad a lo largo del tiempo y, conforme a ello, se espera que se vaya experimentando dicha transición».

«La industria energética se encuentra en un estado evolutivo, lo que nos invita a tener la capacidad de adaptarnos a nuevos desafíos y circunstancias para alcanzar los objetivos propuestos. No es un camino fácil, sin embargo la participación femenina en la industria energética es esencial, ya que por antonomasia hemos liderado cambios profundos que son el reflejo de la evolución que ha experimentado nuestra sociedad actual. Esto mismo nos deja en un escenario más firme frente a nuestros pares, en cuanto a la adaptación al cambio y a liderar en nuevas ideas».