Mario Velázquez, de origen mexicano, es ingeniero eléctrico de la Universidad del Valle de México (UVM) y tiene un máster en Administración Comercial y Marketing del Instituto de Estudios Bursátiles de España. Con más de 20 años de experiencia liderando empresas del sector industrial, actualmente ocupa el cargo de Presidente del Clúster Andino Sur de Schneider Electric, donde impulsa la electrificación y digitalización para el desarrollo de una economía sostenible; habilitando la transición energética desde empresas líderes en gestión de energía y automatización de procesos.

Fuera de su rol en el mundo de los negocios, Mario disfruta del golf, un deporte que, según comenta, le ayuda a encontrar equilibrio y perspectiva en otras áreas: “El golf no solo es una forma de relajarme, sino también una manera de aplicar principios que valoro en mi vida profesional: entender la física detrás de un buen swing, pensar estratégicamente cada hoyo y gestionar emociones como la frustración y la resiliencia”.

¿Qué significa para ti ser parte de WEC Chile?

Para mí, es un honor pertenecer a esta plataforma. Este rol me ha permitido no solo colaborar con las diversas iniciativas que se llevan a cabo, sino también contribuir de manera positiva a las discusiones estratégicas que están definiendo el futuro energético de nuestro país.

WEC es un espacio de tremenda relevancia para Chile. Más allá de promover el diálogo entre representantes de diversas esferas, es un medio que actúa como catalizador para la implementación de prácticas responsables, lo que es fundamental para asegurar un futuro energético seguro y limpio para todos. Esto, además, es muy coherente con mi labor como presidente del Clúster Sur Andino de Schneider Electric, donde impulsamos la sostenibilidad y la electrificación como pilares esenciales de la descarbonización, por lo que me siento honrado y orgulloso de contribuir a estos objetivos compartidos.

¿Cuál crees que es el principal aporte de tu organización a esta plataforma de diálogo neutra?

Estoy convencido de que la diversidad de ideas es la clave para fomentar la innovación. Por eso, valoro muchísimo la oportunidad de combinar nuestro conocimiento y experiencia integral en sostenibilidad y eficiencia energética con las perspectivas y aportes de todos los miembros de WEC.

En Schneider Electric, nos enfocamos en liderar la transición hacia un futuro más sostenible mediante el uso de tecnologías digitales avanzadas y nuestra experiencia en gestión de energía. Esto incluye la descarbonización de edificios e industrias, que son responsables de una parte significativa de las emisiones globales.

Un buen ejemplo de ello es nuestro trabajo en el Mercado Urbano Tobalaba, que cuenta con la certificación LEED (Leadership in Energy and Environmental Design) por su construcción y diseño sostenible. Este modelo se centra en la reducción del consumo de recursos, energía, agua, emisiones y residuos; logros alcanzados gracias a nuestro sistema centralizado de gestión energética, basado en la tecnología Building Management System (BMS).

En definitiva, al aportar estas soluciones innovadoras y prácticas, buscamos no solo avanzar hacia un sistema energético más eficiente y resiliente, sino también promover un enfoque más consciente y respetuoso con el medio ambiente que, a su vez, tenga beneficios para las personas y su calidad de vida.

¿Cuál crees que es nuestro principal potencial a nivel país en cuanto a recursos energéticos? ¿En qué debiéramos enfocarnos y cuáles son los principales desafíos?

Chile tiene un enorme potencial para convertirse en líder mundial en la generación de energías renovables: abundan recursos como la energía solar, eólica y geotérmica, además de todo lo que puede ofrecer como exportador de Hidrógeno Verde. En este sentido, tanto la electrificación como la digitalización tienen un importante rol que jugar para promover la transición hacia procesos más sostenibles: la electrificación permitirá reemplazar combustibles fósiles por fuentes de energía renovable; mientras que la digitalización aumenta la resiliencia de las redes de transmisión y distribución, optimizando también el uso de la energía.

Uno de los desafíos más importantes está en la urgencia que requiere esta transición. Estamos contra el tiempo, por lo que el cambio implica trabajar con tecnologías existentes que no requieren una gran inversión de tiempo en desarrollo: la electricidad representa un camino rápido hacia el cero neto y está ampliamente disponible para usarse y descarbonizar muchas aplicaciones. Ese es el camino que queremos liderar desde Schneider Electric.

¿Qué significado le das a la humanización de la transición energética?

Es importante situar a las personas en el centro de este proceso. No se trata solo de implementar nuevas tecnologías o reducir emisiones a nivel industrial, sino de entender cómo estos cambios afectan la vida cotidiana y cuál es su potencial para mejorarla. Es crucial considerar los comportamientos, necesidades y expectativas de las personas para asegurar que las soluciones energéticas sean accesibles, inclusivas y realmente beneficiosas para el bienestar social y económico.

Life is On es el lema que representa nuestra filosofía y compromiso con la innovación y la sostenibilidad, lo que se traduce en garantizar un entorno seguro, eficiente, sostenible y cómodo para las personas, las empresas y la sociedad en general.

Dentro de las iniciativas que están desarrollando actualmente, ¿qué proyecto te gustaría destacar y compartir?

Estamos desarrollando diversas iniciativas, pero una que me gustaría destacar es el estatus Cero CO2 de nuestra Planta Santiago. Este logro no solo representa un avance significativo en la mitigación de más de mil toneladas de CO2 en nuestra cadena de valor, sino que también refleja nuestro compromiso con prácticas sostenibles que minimizan el impacto ambiental.

Nuestra planta opera en torno a estándares 100% sostenibles, lo que también se ve reflejado en el uso de más de 230 toneladas de resinas plásticas recicladas en nuestros procesos productivos y la incorporación de transporte eléctrico en nuestra logística, lo que contribuye a una mayor eficiencia energética.