«Soy talquina, abogada de la Universidad Católica y mamá de 3 niñas. Partí mi carrera como asociada en el equipo corporativo de «Cariola, Díez, Perez-Cotapos», donde me desempeñé por casi 6 años asesorando a clientes de distintas industrias. El 2017 asumí la gerencia legal de TEN, proyecto gigante cuya misión fue interconectar los sistemas eléctricos en Chile. Desde ahí y con esa increíble experiencia he delineado mi carrera y lo que quiero seguir haciendo: estar ligada al mundo de la energía y contribuir desde el mundo legal a su avance y perfeccionamiento. Actualmente soy abogada senior en AES Andes, donde lidero la asesoría legal en materias comerciales y construcción de proyectos de generación renovables desarrollados por la compañía».
«Llegué al mundo de la energía por 2 razones principales: la necesidad de compatibilizar mejor mi vida personal con el trabajo y las ganas de desarrollarme profesionalmente en un mercado regulado en que el análisis legal y regulatorio fuese relevante. Y la decisión ha dado sus frutos. Implicó aprender conceptos ingenieriles que para los abogados son un mundo desconocido y lidiar con una industria muy masculinizada, lo que ha hecho sentir siempre en la necesidad de aprender más, de validarme con mis pares y de entender que la mirada que las mujeres podemos aportar no solo es relevante, sino que está siendo cada día más valorada en nuestros equipos de trabajo».
«Necesitamos más mujeres en toda la estructura, y que las mismas logren alcanzar posiciones de dirección».
«En 5 años más espero seguir ligada al mundo de la energía. Los desafíos que tenemos como industria son bastantes y requieren de muchísimas manos alineadas para conseguirlos. Espero continuar entregando todo mi conocimiento y capacidades a la transformación de nuestra matriz, a la inclusión de las mujeres en cargos de responsabilidad, al desarrollo sostenible de nuestros proyectos y a la innovación en materia energética».
«Todo avance, todo cambio requiere enfoques diversos. Si bien el liderazgo femenino es importante en todas las industrias, porque aporta esa diversidad, la transición en energía ha sufrido desde sus inicios la falta de esa diversidad en cuanto a la inclusión de mujeres se refiere. Necesitamos más mujeres en toda la estructura, y que las mismas logren alcanzar posiciones de dirección, que permitan a nuestras compañías tomar decisiones en base a la inclusión de nuevas ideas, nuevas formas de hacer las cosas y una nueva mirada transversal de los desafíos de la energía».