«Es imperativo que continuemos apoyando e inspirando a más mujeres a atreverse a empoderarse, a ‘creerse el cuento’ de que son capaces de asumir nuevos desafíos», dice Marión, mientras Victoria opina que para que qualquier proyecto sea exitoso «se necesita de un equipo diverso, porque la riqueza de la diversidad radica en que aumentan las opciones disponibles». Con la fuerza de la convicción y las ideas claras, presentamos a las dos integrantes de la 5ta Generación de Women in Energy WEC Chile de esta semana:
Marión Juri – Metrogas
«Soy Marion Juri, ingeniera civil Química e ingeniera Ambiental de la Universidad Federico Santa María, con un diplomado en Tecnologías del Hidrógeno. Soy la menor de dos hermanos y desde niña supe que iba a ser ingeniera. Siempre me gustó andar reparando artefactos, buscando cómo mejorar el uso de algún equipo o simplemente preguntándome como funcionaban las cosas, curiosidad que es la que me motiva a seguir hoy aprendiendo y aceptando desafíos que me permitan seguir creciendo y generar mi marca personal. Actualmente trabajo como jefa de Proyectos Industriales en Metrogas, en la gerencia comercial, donde tengo a cargo una cartera de clientes».
«Mi experiencia laboral comenzó en la industria de gases del aire, donde estuve alrededor de cuatro años en el área de desarrollo de negocios, periodo que me permitió ahondar en los procesos de las industrias de alimentos, en particular, para ofrecer soluciones a sus procesos. Fue ahí donde me di cuenta que me llamaba mucho la atención el poder ayudar a los clientes a encontrar respuestas innovadoras y eficientes, por lo que poco a poco fui buscando alternativas que me llevaran al sector de energía. Es por eso que mi vínculo con la industria energética comienza desde mi llegada a Metrogas hace un poco más de seis años, donde actualmente estoy en el área de gran consumo industrial, área con grandes desafíos relacionados al gas natural, pero también con oportunidades con respecto a la transición energética. Creo que el gas natural cumplirá un rol muy importante como puente a fuentes de energías más sostenibles, sumado al enorme potencial que tienen las redes de gas para el transporte eficiente de energía».
«Es imperativo que continuemos apoyando e inspirando a más mujeres a atreverse a empoderarse, a ‘creerse el cuento’ de que son capaces de asumir nuevos desafíos».
«Para mí la humanización energética es poner al centro a las personas, ser conscientes y responsables en la gestión y el uso de la energía. Es preocuparnos por el usuario final, teniendo como base el impacto social y medioambiental que ésta pueda generar a futuro».
«La participación de la mujer en la industria energética es clave, ya que se promueve la diversidad de perspectivas, aporta, aparte de conocimiento, una visión distinta. Y en ese sentido, en esta industria es importantísimo tener distintos enfoques ante los desafíos que tenemos en el corto plazo con la transición energética».
«Es imperativo que continuemos apoyando e inspirando a más mujeres a atreverse a empoderarse, a ‘creerse el cuento’ de que son capaces de asumir nuevos desafíos, de estar en altos cargos. Y para que se pueda promover esto, las empresas deben fomentar la diversidad y la creación de políticas inclusivas. Es por esto que el cambio parte por todos nosotros, sentando bases para que las nuevas generaciones, hombres y mujeres, sean capaces de mirarse como iguales y continúen trabajando en conjunto por una sociedad inclusiva».
Victoria López – Transelec
«Tengo 32 años, vivo en Santiago y estudié ingeniería comercial, mención Administración de Empresas, en la Universidad de Santiago. Me titulé en 2014 y desde que comencé mi carrera profesional siempre he estado ligada al sector eléctrico».
«Llevó nueve años trabajando en Transelec. Durante los primeros ocho, me desempeñé como analista de ingresos de la compañía, encargada de la facturación y cobranza, lo que me permitió aprender de la transmisión desde un punto de vista comercial. A fines del año 2022, decidí dar un paso adelante en mi carrera y postulé a la unidad de Regulación dentro de Transelec, cargo en el que me desempeño hoy como ingeniera en Regulación. Hoy en día, estoy cursando un diplomado en Mercado Eléctrico y Regulación, lo que me permitirá seguir perfeccionando mis conocimientos».
«Al egresar de ingeniería Comercial, me encontraba en búsqueda de la práctica profesional. Postulé a Transelec, sin tener claro que es lo que hacían y cuando empecé a trabajar en esta empresa, me enamoré de la industria energética con todo lo que podía aprender, todos los desafíos a los que me podía enfrentar y como también lo que hacíamos en el día a día tenía un impacto en el desarrollo del país».
«Para que sea exitoso cualquier proyecto o desafío que se quiera emprender, se necesita de un equipo diverso, porque la riqueza de la diversidad radica en que aumentan las opciones disponibles».
«Para mí la humanización energética es colocarle rostro a la energía, es desarrollar la industria con un propósito superior, en el que importan el bienestar de las personas y las comunidades, en el que se busca impactar positivamente en la vida de la gente. En otras palabras, que el desarrollo de la industria no solo tenga un objetivo económico, sino considere variables sociales y medioambientales para que sea justo, seguro, accesible, inclusivo y sostenible para todos».
«Estoy convencida que para que sea exitoso cualquier proyecto o desafío que se quiera emprender, se necesita de un equipo diverso, porque la riqueza de la diversidad radica en que aumentan las opciones disponibles. En ese contexto, que las mujeres no participen activamente desde posiciones estratégicas, tácticas u operativas en la industria, sería un despropósito para el propio sector. La participación femenina amplia los enfoques y perspectivas, lo que permitirá sin dudas llegar a mejores soluciones, llevando a la industria eléctrica hacia delante de forma más sostenible y eficiente».
«Por otra parte, las mujeres somos tan competentes como nuestros pares hombres, por lo tanto, es ilógico pensar que se nos puede excluir de ciertas actividades solo por nuestro género, sin atender a nuestra capacidades y habilidades».