La diversidad de la industria energética es un valor que cultivamos con convicción. «La riqueza está en la diferencia», dicen, y eso algo que en WEC Chile comprobamos constantemente. Pero la diversidad no solo se expresa en cuanto al género o la cultura, también lo vemos en los diferentes talentos que se vinculan al sector. Un ejemplo de esto son nuestras Women in Energy que presentamos a continuación: Una médico veterinaria y una ingeniera civil industrial, ambas aportando desde sus empresas a lograr un sistema más equitativo, justo y sustentable. Leamos sus declaraciones:
Nasrim Butler – Sphera Energy
«Mi nombre es Nasrim, tengo 38 años y soy responsable de un ‘hijo-gatuno’. No tengo hijos humanos, pero si cuatro hermosos sobrinos que me enseñan día a día el valor de volver a sentirme niña. Soy amante del cine, de los libros y de los viajes. Tengo una sensibilidad especial por los animales y la naturaleza».
«Mi profesión es médico veterinaria, carrera que elegí por mi amor a los animales. Comencé en el mundo laboral como especialista en fauna, donde me tocó trabajar freelance y posteriormente como personal de planta para distintas empresas especializadas en consultoría ambiental. En esa etapa de mi vida, viajé por varias partes de Chile y pude conocer lugares que de otra forma jamás hubiese podido conocer. Fui creciendo dentro de la empresa, pasando a ver los proyectos de una forma más integral. Luego fui ingeniera de proyectos y posteriormente coordinadora, estando a cargo de un equipo de trabajo. Hace más de 4 años me desempeño como Jefa Ambiental y de Comunidades en Sphera Energy, empresa dedicada al desarrollo de proyectos solares y donde he podido cumplir mi sueño de aportar en la sociedad, al desarrollar proyectos de energías renovables que ayudan a descarbonizar la matriz energética de nuestro país».
«Al momento de hacer mi tesis en fauna silvestre y comenzar con mis primeros trabajos como especialista en esa materia, me di cuenta de que quería lograr cambios en la manera en que se desarrollaban los distintos proyectos. Siempre he creído que las iniciativas e inversiones, entre ellos los proyectos energéticos, deben ser en equilibrio con el medio ambiente, ya que eso muestra nuestro desarrollo como sociedad».
Ya ni siquiera deberíamos estar discutiendo la importancia de la participación femenina en la industria energética, deberíamos estar discutiendo cómo hacemos a la industria energética mejor, sustentable, amigable, cercana…».
«Con el objetivo de poder ver los proyectos de una forma más integral, y luego de trabajar en consultoría ambiental, donde se revisan iniciativas energéticas, mineras, inmobiliarias y de distintas temáticas, comencé de a poco a conocer acerca de los proyectos eólicos y solares, para luego vincularme directamente con la empresa Sphera Energy, que tiene una relación directa con la industria energética».
«Para mí la humanización energética es promover el concepto de energía para que sea comprendido por cualquier persona, independiente de su situación social, etaria, generacional, educacional, etc. Estimo que humanizar la energía, es que la energía deje de ser un concepto duro y áspero, y sea algo más amable para cualquiera y no solo para aquellos que pudieron tener una educación más formal en la materia».
«Tanto hombres como mujeres somos importantes en cada tipo de industria y en cada ámbito: social, personal, laboral, etc., Ambos tenemos el mismo valor, conscientes de que somos distintos y que entregamos riquezas considerando esas diferencias. Ya ni siquiera deberíamos estar discutiendo la importancia de la participación femenina en la industria energética, deberíamos estar discutiendo cómo hacemos a la industria energética mejor, sustentable, amigable, cercana…».
Camila Bravo – CGE
«Mi corazón está en la Región del Maule. Creo firmemente en la superación personal a través de las oportunidades educacionales y laborales. Soy la hija del medio, de tres hermanas, nuestros padres vienen de un mundo agricultor, quienes han vivido toda su vida en un sector rural, en Duao, comuna de Licantén. Sus hijas somos el fiel reflejo de su cosecha de una siembra de años. Soy ingeniera civil industrial de la Universidad de Talca, tengo un diplomado en Liderazgo y Gestión en Mercados Energéticos de la Universidad de Chile, que CGE me permitió desarrollarlo hace un par de años, y actualmente soy gerente de Gestión Técnica en CGE en la Regional Sur, abarcando las regiones del Maule, Ñuble, Biobío y Araucanía. Me gusta mucho estar en constante aprendizaje, los nuevos desafíos y que la gente que me rodee se quede siempre con un aspecto positivo, solidario y con el bichito de que ‘nada es imposible’ si se tiene la convicción de poder hacerlo».
«Mi vínculo con la industria energética no fue algo muy rebuscado. Luego de un año y medio trabajando en una consultora desarrollando ideas de negocio, llegue a trabajar a CGE solo con el conocimiento de cálculo de potencia en diversos proyectos. Y es en esta empresa donde he conocido grandes personas que hasta hoy son mis referentes en lo profesional y me hicieron ver que no es necesario ser eléctrico para estar en este mundo, sino que deben gustarte los desafíos para enfrentar el dinamismo que mantiene esta industria. Estuve un poco más de un año también trabajando en empresas contratistas para conocer y aprender de aquellos que estando en la calle deben brindar uno de los servicios básicos prioritarios hoy en día».
«La transición energética podrá ser exitosa si todos formamos parte de ella, por lo que debemos de dejar de mirar solo la generación, transmisión y distribución, si no más bien prestar atención en los usuarios».
«La transición energética podrá ser exitosa si todos formamos parte de ella, por lo que debemos de dejar de mirar solo la generación, transmisión y distribución, sino prestar atención en los usuarios, mirar a nuestro alrededor y pensar en la perspectiva de cómo podemos obtener algo que nos mejore la vida, de cómo logramos una alfabetización energética para todos y así la sociedad se sienta parte activa de las decisiones y aportes».
«La participación femenina en la industria energética debe dejar de ser mirada como un número para cumplir con metas de igualdad de género. Debemos comenzar a ver el valor que entregamos a través de nuestras capacidades y experiencias, sobre todo en esta etapa de transición en donde se vuelve más relevante la participación y el pensamiento crítico orientado al cliente final. Las mujeres por naturaleza tendemos a dar un gran valor a la comunicación interpersonal y hoy se requiere que el motor de cambio en la transición energética venga dado por puntos de vista más cualitativos que acompañen los resultados, logrando así la optimización de recursos, pero sobre todo evitar una resistencia al cambio de todos los participantes de esta cadena de valor».