Vanessa está radicada en el extremo sur de Chile y Sandra proviene de Colombia, ambas aportan diversidad e innovación a las empresas donde se desempeñan y, por ende, a todo el sector de la energía local. La pluralidad de valores, costumbres, formas de ver el mundo y experiencias, entre otros factores, enriquecen a los equipos de trabajo para enfrentar los desafíos con mejor preparación. Nuestras dos integrantes de Women in Energy WEC Chile de esta semana, son el fiel reflejo del espíritu de este programa: otorgar heterogeneidad femenina de cara a la transición energética en curso.
Vanessa Martinic – HIF Global
«Soy magallánica de corazón y mamá de mi maravillosa Julieta, quien está por cumplir 7 años. Soy ingeniera mecánica de la Universidad de Magallanes y actualmente estoy terminando ingeniería civil industrial. Debo reconocer que cuando me decidí a estudiar mecánica, me llené de interrogantes, pero era mi esencia la que me llamaba a estudiar algo relacionado a lo que más me gusta».
«En lo personal, amo el deporte motor en general: me encanta seguir la Fórmula 1, vibro con el Rally Dakar y lo más importante para mí es que corro en ATV (moto de 4 ruedas) desde muy chiquitita. Durante ya 10 años de mi vida, he sido parte de la directiva como presidente y tesorera del club al que represento: Hielo Sur Moto Club. Actualmente trabajo como ingeniera de control de proyectos en el departamento técnico de HIF Global, donde gestiono y controlo parte de la cartera de proyectos que estamos desarrollando».
«Estoy agradecida de desenvolverme en una compañía donde hay mujeres líderes, quienes contribuyen en la industria de la
energía y, en específico, en la descarbonización del planeta».
«Cuento con 12 años de experiencia laboral, 10 de los cuales he estado vinculada al sector energético. Sin planificar nada, se me abrió la oportunidad de comenzar mi práctica profesional en una empresa dedicada a producir metanol, para luego trabajar en otras dos empresas relacionadas al Oil&Gas. En abril de 2022 ingresé a la construcción de la Planta Piloto Demostrativa Haru Oni, de la empresa HIF Global, primera a nivel mundial para producir combustibles sintéticos a partir de hidrógeno verde y CO2 reciclado. Fue ahí donde vi por primera vez que mi trabajo podía convertirse en un granito de arena en la lucha contra el cambio climático y en la transición energética».
«Para mí, la humanización de la energía tiene directa relación con poner a las personas en el centro, donde la toma de decisiones contemple tanto lo tangible como intangible. Es ser capaces de abordar grandes problemáticas y desafíos con soluciones sostenibles a largo plazo y que impliquen una mejora colectiva integral, tanto para las comunidades como para el medioambiente».
«Cuando entré a estudiar Ingeniería Mecánica yo era la única mujer en mi generación, hoy en día el panorama es diferente y vemos cómo cada vez hay más participación femenina en lugares donde antes predominaban hombres. Creo firmemente que es fundamental que el diálogo, especialmente si hablamos de avanzar en transición energética justa desde una mirada integral, venga desde la diversidad, la empatía y la colaboración. Eso, sin duda alguna debe considerar que todas las áreas de toma de decisiones estén en equilibrio. Finalmente, estoy agradecida de poder desenvolverme en una compañía donde hay mujeres líderes, quienes contribuyen a diario en la industria de la energía y en específico, de la descarbonización del planeta».
Sandra Olave – ISA Interchile
«Soy colombiana y resido en Chile desde hace cuatro años, donde he establecido tanto mi hogar como mi carrera profesional. Soy madre de un niño encantador que está a punto de cumplir tres años. Soy economista con una maestría en Administración de Empresas con especialización en Finanzas Corporativas. Con más de 11 años de experiencia en el sector energético, he desempeñado roles clave liderando procesos estratégicos en planificación financiera, auditoría externa y control interno. He contribuido al éxito operativo y financiero de las empresas en las que he tenido el privilegio de trabajar».
«Mi trayectoria en el sector energético comenzó en Deloitte, donde formé parte de la división especializada en servicios profesionales para empresas del sector energético y gas natural. Posteriormente, trabajé durante casi 7 años en una destacada empresa de comercialización y distribución de energía en Colombia. Actualmente, formo parte del equipo financiero de Interchile, una empresa del Grupo ISA, la cual ha liderado la transmisión de energía en Latinoamérica por más de 50 años».
«Más allá de los desafíos técnicos, esta transición (energética) requiere una evolución en materia de diversidad, equidad e inclusión».
«La humanización energética se define como la capacidad de ir más allá de las consideraciones técnicas y económicas asociadas a la energía, integrando de manera integral las dimensiones humanas en todas las fases de la gestión energética. Este enfoque reconoce que la energía no es simplemente una fuente de poder técnico, sino un facilitador fundamental para la calidad de vida de las personas y el bienestar de la sociedad. Para alcanzar este objetivo, es esencial tener en cuenta aspectos éticos, sociales y medioambientales, así como considerar elementos humanos en la toma de decisiones, incluso en los aspectos más técnicos.
La participación femenina en la humanización energética aporta una dimensión esencial que enriquece y fortalece el proceso hacia una gestión de la energía más equitativa, sostenible y consciente de las necesidades humanas».
«Crecí con dos hermanos mayores, lo que me permitió normalizar dinámicas y entornos masculinos. Desde temprana edad, aprendí a valorar y validar la contribución femenina tanto en el ámbito familiar como en el social, lo cual ha influido en el desarrollo de mi carrera en un sector predominantemente masculinizado».
«Si bien en las últimas décadas la participación de las mujeres en el sector energético ha experimentado un aumento continuo, las cifras siguen siendo desalentadoras. Pese a este avance, las estadísticas sobre la inclusión de mujeres en roles clave revelan un camino largo por recorrer, lo que sugiere que los progresos en esta materia no están alineados con la velocidad necesaria para una transición energética efectiva».
«La transición energética que vivimos, marcada por cambios rápidos, incertidumbre y complejidad, plantea un desafío para comprender que la contribución femenina es especialmente relevante. Más allá de los desafíos técnicos, esta transición requiere una evolución en materia de diversidad, equidad e inclusión. Es el momento ideal para que las cosas cambien. El sector energético es clave para la economía mundial, y las mujeres, desde nuestra perspectiva, somos clave para la humanización de la tan anhelada transición energética».