Para conversar, entre otros temas, sobre la política energética del país y cómo se relaciona con las distintas aristas institucionales, económicas y legales, se reunieron los representantes de las entidades socias de WEC Chile con el economista y expresidente del directorio de Codelco (2014-2018), Óscar Landerretche Moreno. La cita se enmarcó en la versión número 21 del tradicional World Energy Café.

Dicha instancia, que se realiza periódicamente, congrega a distintos actores relevantes del quehacer nacional con los líderes del sector energético vinculados al capítulo chileno del World Energy Council. Anteriormente, Mauricio Rebolledo, Secretario Ejecutivo de OLADE fue el protagonista del encuentro.

Landerretche, economista, escritor y actual profesor titular del Departamento de Economía de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, también se refirió a las llamadas “inversiones de impacto”, aquellas que se enfocan en financiar soluciones para problemas sociales y/o medioambientales junto con lograr buena rentabilidad.

“Estamos viviendo una transformación energética global gigantesca y Chile está en medio de eso tanto en términos de los problemas como de las oportunidades. Por lo que asociar nuestra estrategia de desarrollo a esa transformación eléctrica genera una oportunidad de inversiones de impacto para el país”, expresó.

Haciendo un poco de historia, el economista comentó que desde los años 90, “Chile apostó a la globalización que vino tras la caída del Muro de Berlín, como exportador de recursos naturales y otros productos, pasando de ser una de las naciones más pobres a la más rica de la región”, explicando que el éxito alcanzado se basó en las materias primas y condiciones con las que el país contaba.

Sin embargo, Landerretche dijo que en el caso de la energía, “salvo el cobre y el litio, los demás elementos son cosas que aún no tenemos, como el hidrógeno verde o una industria de baterías para exportar la energía solar del norte. Por lo tanto, el tipo de apuesta que hay que hacer requiere de mucho capital e investigación, de un esfuerzo científico y tecnológico mayor al de antes”.

Desde ese punto de vista, el economista opinó que la forma de enfrentar este escenario, es bajo una lógica de cooperación público-privada robusta y enfocada en objetivos claros.

Las «3 C» del desarrollo

Respecto a cómo humanizar la transición energética e involucrar a las personas en el desarrollo productivo del país, Landerretche describió tres elementos o las denominadas “3 C”, que debería tener una estrategia de crecimiento. “Lo primero es ‘comprensión’. Las personas tienen que entender lo que el país está haciendo. En los 90 tú te subías a un taxi y el chofer te hablaba de los ‘packing’, que significaba la industrialización del campo chileno. Lo interesante de eso, era que la narrativa estaba totalmente instalada en términos de que Chile se estaba modernizando”, puntualizó.

El también investigador, mencionó como segunda característica la ‘contribución’. “Le tienes que decir a la gente que va a contribuir porque se va a educar para luego trabajar en el sector energético o en la infraestructura de las nuevas ciudades o contribuirá al desplazarse usando electromovilidad”.

Por último, está la ‘compensación’. “Ya sea a través de beneficios económicos, como la reducción en las cuentas de servicios de la electricidad o el transporte, o para que los hijos puedan acceder a un mercado laboral”, cerró.