Con foco en la gestión del tiempo, la productividad y la conciliación entre la vida laboral y personal, integrantes del programa Women in Energy participaron en el encuentro “Entre Nosotros” organizado por el World Energy Council (WEC) Chile, donde se compartieron experiencias y visiones sobre cómo construir culturas organizacionales más empáticas e inclusivas.

La jornada se abrió con las palabras de Christopher Lyon, socio líder de la industria de Energía, Recursos e Industriales (EER&I) en Deloitte, y de María Trinidad Castro, directora ejecutiva de WEC Chile, quienes subrayaron la necesidad de abrir espacios de conversación que fortalezcan el liderazgo femenino y promuevan un sector energético más humano y sostenible.

Posteriormente, Carolina Muñoz, gerente de Human Capital en Deloitte, presentó la charla “Gestión del tiempo, productividad y conciliación vida laboral/personal”, que dio paso a un conversatorio moderado por Esteban Moraga, gerente general de Latin America Power (LAP).

En la conversación intervinieron Beatriz Muñoz, directora de Personas de CGE; Paolo Rodríguez, gerente de Proyectos de Distribución de Grupo Saesa; Lucy Oporto, gerente de Recursos Humanos de Engie Chile; Javier Carrasco, gerente general de Tinguiririca Energía; y Carla Bartolucci, Manager de Diversidad, Equidad & Inclusión en Deloitte. Todos ellos reflexionaron junto a las integrantes de Women in Energy sobre los desafíos que enfrenta la industria para compatibilizar trabajo y vida personal, y el rol de los liderazgos en esa tarea.

Entre las ideas más destacadas, Lucy Oporto remarcó que la comunicación y la confianza entre equipos son esenciales para generar contención y apoyo en momentos difíciles.

“Es clave la comunicación y confianza que tengas con tu jefe, con tu equipo y tus pares para que se genere este espacio de contención y empatía en la eventualidad de que tengas algún problema y necesites hacer algo fuera del espacio laboral. El deber del líder es conocer a su gente y dar feedback constante. Importante formar un equipo robusto en el que apoyarse para la toma de decisiones”, señaló.

En la misma línea, Javier Carrasco mencionó: “Hay mujeres que tienen el apoyo de sus maridos, hay otras que no tienen pareja, algunas no tienen redes de apoyo que puedan ayudar con los niños. Hacer ese ejercicio de empatía (desde las jefaturas) ayuda mucho. Si esa voluntad no está, da lo mismo cuántas políticas (internas) existan”.

Paolo Rodríguez aportó su visión sobre el equilibrio, apuntando a la importancia de reconocer lo que realmente es relevante en cada etapa de la vida y recuperar ese balance cuando las demandas laborales lo desajustan. Coincidió en la relevancia de abrir espacios de confianza —como workshops o talleres— para que los equipos puedan conversar también sobre las dificultades personales.

Desde otra perspectiva, Carla Bartolucci subrayó la necesidad de que los hombres también pongan sobre la mesa los temas domésticos, generando conciencia y corresponsabilidad entre sus pares. Añadió que las mujeres deben contar con herramientas que les permitan prepararse para tomar decisiones y ejercer liderazgo.

En tanto, Beatriz Muñoz llamó a invertir “con convicción” en el desarrollo personal y a disfrutar el proceso: “Cuando se tiene claro el propósito, la vida se alinea”. Compartió además la experiencia de CGE, en donde el equipo de Personas implementó una práctica de vacaciones 100% desconectados, lo cual implica -entre otras habilidades- empoderamiento, delegación, planificación y tener la confianza de ser contactado solo en caso estrictamente necesario.

El encuentro concluyó con una ronda de preguntas y las reflexiones finales de Esteban Moraga, quien destacó que este tipo de instancias permiten avanzar hacia equipos más diversos, resilientes y comprometidos con el bienestar de todos quienes forman parte de las organizaciones.