Un concepto que resuena mucho tras la pandemia es el de infraestructuras críticas, que es definido como un conjunto de instalaciones, sistemas o servicios esenciales y de utilidad pública cuya afectación cause un grave daño a la salud o al abastecimiento de la población, a la actividad económica, al medioambiente o a la seguridad del país. Y una de ellas es la industria de la energía.
Hoy el sector vive grandes transformaciones que lo hacen transitar hacia una renovación de sus fuentes de producción sostenible y amigable con el medio ambiente. De hecho, Chile ya cuenta con una meta para terminar con la generación eléctrica a base de carbón en el 2025 y, en ese mismo año, contar con una capacidad de generación instalada en las plantas de Energías Renovables No Convencionales equivalente al 20 por ciento de la matriz energética.
“Sin duda la industria energética es fundamental para el funcionamiento de las sociedades modernas y digitales. De hecho, no solo entienden esa importancia, sino que también impulsan iniciativas y proyectos a través de la innovación y transformación del sector eléctrico, para mejorar la experiencia de sus empleados y clientes, así como optimizar y facilitar la operación tecnológica”, señala Claudio Ortiz Welsch, gerente general de Cisco Chile.
El aporte de Cisco
Uno de los brazos de acción de la compañía es el programa global Country Digital Acceleration (CDA), iniciativa mundial de aceleración digital en los países; el cual se materializa en Chile a través del Advanced Technology Center (ATC), un centro tecnológico que combina lo virtual con lo presencial y ofrece experiencias únicas. Este centro muestra lo mejor de la tecnología de Cisco y sus aliados, enfocándose en las necesidades de diferentes industrias por medio de casos de uso práctico y demostraciones de escenarios reales.
“En este espacio las instituciones del sector eléctrico públicas y privadas han experimentado, diseñado y desarrollado prototipos y simulaciones que no solo les ha permitido conocer la madurez de su infraestructura y sus procesos, sino también adaptar las tecnologías que les permitan elevar los niveles de satisfacción para los ciudadanos”, asegura Ortiz Welsch.
Con el CDA y ATC, Cisco Chile se propone impulsar la innovación y la evolución de las compañías energéticas que hoy ven altos estándares de exigencia y consumo en el país. Uno de los casos emblemáticos de la compañía tiene que ver con una reconocida empresa de energía que requería modernizar su red eléctrica.
El proveedor de servicios públicos buscaba expandir su red para satisfacer la nueva demanda y, al mismo tiempo, hacer que sus operaciones sean más ecológicas y así el servicio estuviese disponible las 24 horas del día y los 7 días de la semana para los consumidores. La red de esta compañía requería inteligencia operativa, eficiencia y sostenibilidad.
El rol del CDA
El brazo ejecutor fue el programa CDA, ayudándolos a entregar y operar una red eléctrica moderna a través de un acuerdo en tres áreas principales: co-innovación, educación y seguridad cibernética. Además, se ha ido co-innovando en varias tecnologías para seguridad; enrutamiento de software; conectividad IoT y Fog Computing.
Asimismo, en otras instancias, a nivel industrial se ha desplegado la tecnología LoRaWAN IoT a través de la cual se pueden implementar modelos de mantenimiento prescriptivo en activos críticos remotos como el monitoreo de líneas de distribución de electricidad de baja tensión, con la capacidad de detectar y aislar fallas; o bien, alimentar y conectar sensores IoT en las subestaciones eléctricas. De esta manera, la distribución de la red puede ser resistente en respuesta a varias condiciones críticas como eventos meteorológicos extremos, robo de cobre y fallas críticas aisladas.
Otro caso de uso ha sido la Unidad Terminal Remota (RTU) virtualizada. Las RTU se utilizan en subestaciones eléctricas como parte de un sistema de supervisión central SCADA, que aprovecha la capacidad informática de borde del enrutador industrial IR1101 de Cisco. Al virtualizar la RTU, se puede ahorrar y reemplazar el hardware en la subestación con software, lo que permite aprovechar espacios, disminuir costos de refrigeración y gastos de mantenimiento de equipos.
En otros países, en términos de ciberseguridad, la compañía está probando la próxima generación de arquitectura de ciberseguridad para el sistema de control industrial, desarrollando nuevas soluciones para proteger los puntos finales de las subestaciones remotas y sistemas SCADA. También se ha establecido un marco para compartir la inteligencia de amenazas más reciente de Cisco con Talos.
El impacto de la tecnología
Por ejemplo, en países como Italia, la legislación dicta que los operadores de servicios esenciales como la energía deben estar «siempre activos». Un corte de más de 30 segundos infringe la legislación y da lugar a una multa considerable.
Además, en ese mismo país, se debe cumplir con la directiva de la UE sobre Infraestructura Nacional Crítica, que exige a los operadores de infraestructura que protejan y aseguren sus activos nacionales críticos de amenazas químicas, biológicas, radiológicas y nucleares.
“Sin lugar a dudas, la red eléctrica sigue modernizando su operación para no solo hacerla más eficiente y estable, sino también más limpia, sostenible y segura. En ello, Cisco aporta con la puesta en marcha de tecnologías inteligentes, predictivas y estables que sustentan la ciberseguridad, la integración/convergencia y la alta disponibilidad en caso de interrupciones o problemas”, concluye Ortiz Welsch