La llegada de las festividades, para quienes vivimos en el hemisferio sur, marca no solo el término de un año y el cierre de un ciclo, sino también el inicio de un nuevo futuro lleno de oportunidades y desafíos.

En un entorno cada vez más dinámico, incierto y fragmentado, concluimos un nuevo año. Sin embargo, nuestro sistema energético no puede detenerse. Este constituye un pilar fundamental para la vida de las personas. La energía impulsa nuestras acciones diarias, define nuestro bienestar y forja el futuro de nuestras sociedades. Sin ella, ¿cómo podríamos recorrer largas distancias, cocinar nuestros alimentos, iluminar ciudades o abastecer industrias?

A pesar de lo crucial que resulta este sistema, las fiestas nos recuerdan la importancia de hacer una pausa. Es un momento para reflexionar, compartir con nuestros seres queridos y vivir instantes que nos llenen de significado, para luego retomar nuestras labores con renovadas energías y con el compromiso de construir un mundo mejor para todos.

Debemos mantenernos atentos, comprometidos y seguros de que estamos dando lo mejor de nosotros.

Hace un tiempo escuché una frase que, aunque simple, encierra una gran verdad: “El mayor avance es saber detenerse”. Esta es precisamente la invitación que nos traen estas fechas: detenernos, reconectarnos con quienes más queremos y valorar los momentos que nos brindan alegría y fortaleza para enfrentar los retos que vendrán.

Les animo a encontrar un espacio para la pausa, para reunirse con sus seres queridos, contar historias y compartir experiencias que nos llenen el alma. Estos momentos nos preparan para abordar con mayor energía y optimismo las responsabilidades que cada uno de nosotros asume en el ámbito energético. Cada acción que emprendemos en este sector tiene un impacto directo en la calidad de vida de miles de personas y en el porvenir de muchas más.

Por ello, debemos mantenernos atentos, comprometidos y seguros de que estamos dando lo mejor de nosotros.

Deseo que este tiempo sea una oportunidad para la paz, la armonía y el encuentro. Que el año venidero nos acerque a un futuro próspero y que, juntos, sigamos construyendo un sistema energético que sitúe el bienestar de las personas en el centro de todas nuestras decisiones.

Con especial afecto,

M. Trinidad Castro Crichton
Directora Ejecutiva
World Energy Council Chile