Santiaguino de nacimiento, pero sureño de corazón. Viviendo hace 18 años en Puerto Varas, ha desarrollado su pasión por los deportes al aire libre, el ski y, desde hace poco, la aventura 4×4.
Casado hace ya casi 30 años, tiene 3 hijos hombres, ingenieros y proyecto de ingeniero, a quienes dedica mucho tiempo. A pesar de que dicen que es bueno para conversar, se define como introvertido y amante de la tranquilidad…. tal vez por la falta de tranquilidad en su niñez al haber sido el menor de 7 hermanos. Orgulloso de ser parte de lo que él define como “la familia Saesa”, que no solo en marzo del 2022 se convirtió en el mejor lugar para trabajar en Chile, según GPTW, sino por lo que han construido con este equipo, desde el sur a todo Chile.
¿Qué significa para ti ser parte de WEC Chile?
Ser parte de WEC nos permite, a todos los actores de la industria, reunirnos en un espacio de interés común en el que podemos intercambiar ideas, experiencias y desafíos. Acá podemos aprender de otros, trazar objetivos comunes en favor de la sociedad y aportar, desde el conocimiento, al desarrollo de nuestro país. Además, al ser parte de WEC participamos en discusiones que nos ayudan a abrir la mente, escuchar otros puntos de vista, ver cosas que no habíamos visto. Eso nos permite avanzar en el propósito que todos tenemos: viabilizar el desarrollo sustentable de la comunidad.
¿Cuál crees que es el principal aporte de tu organización a esta plataforma de diálogo neutra?
En Grupo Saesa llevamos décadas rompiendo paradigmas. Hacer industria y empresa desde regiones, aún en los tiempos actuales, sigue siendo un desafío. Este es nuestro principal aporte: una visión descentralizada que busca impulsar el sur de nuestro país y otros extremos de nuestra geografía. El ser una empresa de regiones nos permite aportar una mirada y una experiencia distinta, cercana a realidades diversas que tenemos en las regiones del norte y sur de Chile en donde operamos. Asimismo, aportamos la experiencia que nos ha permitido crecer y mejorar en muchos sentidos: la preocupación real por las personas -estando consecutivamente entre las 4 mejores empresas para trabajar en Chile en los últimos 5 años-, y el cumplimiento del 100% de los estándares de calidad de servicio que nos exige la norma, algo casi imposible de esperar algunos años atrás.
¿Cuál crees que es nuestro principal potencial a nivel país en cuanto a recursos energéticos? ¿En qué debiéramos enfocarnos y cuáles son los principales desafíos?
Chile es un país rico en recursos para la generación renovable. En ese contexto, el desafío es asumir el retiro de las centrales a carbón -sin comprometer la operación del Sistema Eléctrico Nacional- para fomentar la participación de energías renovables en la matriz. Pero hacer esto realidad requiere de muchas acciones que aún vemos pendientes.
En eso la transmisión juega un papel fundamental, por lo que debemos potenciar su capacidad para dar respuesta hoy a las necesidades futuras. Sin una red robusta y potenciada de Transmisión, la descarbonización no será posible. Así, como Grupo Saesa hemos invertido más de US$ 2.400 millones en los últimos 10 años con el objetivo de transportar energías limpias a los hogares chilenos para aportar al desarrollo sostenible del país, pero se requiere aún muchísimo más. El desafío está en concientizar respecto de la necesidad y rol de la transmisión para viabilizar el avance de las energías renovables, así como de la estabilidad y seguridad del suministro eléctrico.
«En Grupo Saesa llevamos décadas rompiendo paradigmas. Hacer industria y empresa desde regiones, aún en los tiempos actuales, sigue siendo un desafío».
¿Qué significado le das a la humanización de la transición energética?
Desde nuestro rol de distribuidora, las personas son la base de nuestro quehacer. Esta humanización parte de la base de garantizar el acceso equitativo de la energía para todas las personas, independiente de donde estén. Que sea energía segura, limpia y del menor impacto al ambiente. Este el foco de nuestro quehacer, porque sabemos que la energía conecta y transforma vidas, es nuestro deber que sea nuestro propósito. Llevamos años desarrollando proyectos de electrificación rural, o soluciones a islas que no tenían acceso a energía permanente.
Son nuestros clientes por quienes trabajamos día a día, mejorando nuestros estándares de calidad de servicio, atención al cliente, transparencia, entre otros. Eso es posible gracias a las personas que conforman Grupo Saesa, en quienes nos hemos centrado para avanzar en prácticas que buscan mayor bienestar, reconociendo en ellos nuestro mayor valor. Humanizar la transición energética es lo que siempre nos ha movido y, hoy más que nunca, esa humanización debe tomar fuerza para que las soluciones sean para y con la comunidad, y todos, sin diferencias por su lejanía o ruralidad, disfruten de los beneficios de esta transición.
Dentro de las iniciativas que están desarrollando actualmente ¿Qué proyecto te gustaría destacar y compartir?
En 2022 nos convertimos en el tercer actor en transmisión en nuestro país. Nuestro desafío para este año es la integración de nuestra nueva filial STM a Grupo Saesa en todos los aspectos. Y sobre esta plataforma de una empresa de transmisión consolidada, debemos ser un actor que mueva y promueva al segmento de la transmisión como el actor clave que se requiere para la transición energética que vive el país, de forma de que se pueda materializar la descarbonización de una forma real y económica, en donde el país vea y disfrute de sus beneficios.
Para lo anterior, debemos seguir invirtiendo en soluciones y proyectos, y por quinto año consecutivo veremos que en Saesa seguimos invirtiendo más que todo el EBITDA de la empresa, lo cual ratifica el total compromiso con las inversiones necesarias para el desarrollo sostenible de nuestro país.