Con apenas 38 años, Rodrigo Moya es el gerente general más joven de IMELSA ENERGÍA. Entusiasta del ciclismo y el paddle, deportes en que aplica toda su energía, este ingeniero civil industrial de la UAI, ha dedicado estos dos últimos años en la compañía a potenciar el proceso de transformación energética de los clientes libres.
“Acompañar”, “escuchar” y “ser un partner”, son palabras que Rodrigo utiliza con frecuencia cuando se refiere al trabajo que realiza IMELSA ENERGÍA y a la multiplicidad de servicios que están desplegando con sus clientes, lo que finalmente impacta directa e indirectamente en la ciudadanía.
¿Qué significa para ti ser parte de WEC Chile?
Esta es una tremenda oportunidad que permite acercar la visión, enfoque y experiencia de IMELSA ENERGÍA, así como lo que nos comentan los clientes, a un espacio de diálogo con otros actores del mercado energético. Esto es muy relevante para generar nuevas ideas a partir de casos de éxito, apoyar en la proposición de políticas públicas y en la construcción de nuevas miradas acerca de cómo potenciar la transición energética hacia una matriz renovable. Entendemos que los objetivos ESG de las empresas son fundamentales en la actualidad y que desde la transición energética podemos aportar al cumplimiento de dichos desafíos.
¿Cuál crees que es el principal aporte de tu organización a esta plataforma de diálogo neutra?
Actualmente somos la única comercializadora que está presente en WEC Chile. Esto permite muchas cosas. En primer lugar, llevar el enfoque estratégico de una comercializadora y del proceso de la transformación energética desde una mirada distinta. Segundo, poder entregar la visión que tiene el cliente final de estos procesos. La misión de WEC es ser un actor habilitante para la transición energética sustentable hacia las personas y si bien nosotros no llegamos directamente al consumidor final, sí lo hacen nuestros clientes a través de sus productos y servicios. Nosotros como comercializadora acercamos a los clientes, los consumidores, la ciudadanía, a la transición energética a partir de los pilares de WEC.
¿Cuál es nuestro principal potencial a nivel país en cuanto a recursos energéticos? ¿En qué debiéramos enfocarnos y cuáles son los principales desafíos?
El gran desafío que tenemos como país es pensar cómo lograr hacer una transición energética segura y sostenible a partir de los recursos que tenemos para el desarrollo de energías renovables, en particular solar y eólica. No podemos dejar de lado tampoco el avance e impacto del hidrógeno verde y las tecnologías de almacenamiento. Hoy nuestro norte deber ser el desarrollo e innovación tecnológica para no solo hacer más eficientes los procesos de uso de energías limpias y renovables, sino también para aprovecharlas de mejor manera. Somos un país muy rico en recursos energéticos renovables y el desafío es ver cómo los ordenamos, cómo los coordinamos para poder aprovecharlos bien.
¿Qué significado le das a la humanización de la transición energética?
Entendemos que la transición energética no es un proceso que solo pretende que las empresas reduzcan sus gastos. Estamos conscientes que cada avance que hagan las organizaciones hacia energías renovables impactará positivamente en las personas y en el entorno. Por eso que siempre insistimos a nuestros clientes libres la relevancia de contar con certificaciones que acrediten que su energía proviene de fuentes limpias. Ello incide en el cumplimiento de sus objetivos ESG y, por lo tanto, socialmente se reconoce dicho trabajo en favor de un medio ambiente más limpio. La transición energética debe ser vista como una responsabilidad hacia las personas.
Dentro de las iniciativas que están desarrollando actualmente, ¿qué proyecto te gustaría destacar y compartir?
Estamos trabajando en varías líneas con nuestros clientes. La primera es la de los sellos verdes que acreditan que su energía es 100% renovable. Hace unas semanas le entregamos, junto a Deloitte, dicho sello a compañías como Banco Santander, EFE Valparaíso, Laboratorio Teva, Tres Montes Luchetti, Grupo Femsa, Minera San Gerónimo, Vinilit, por nombrar solo algunos. Además, estamos apoyando a otros en la obtención de las certificaciones I-REC, tal como hace unos días lo hizo EFE en la región de Valparaíso. A ello sumamos acompañamiento para sus plantas solares, como recientemente con Greif o en el desarrollo de auditorías energéticas. Hay mucho por hacer, pero la clave es siempre estar con los clientes y acompañarlos en sus procesos de transición energética.