Pamela Méndez es trabajadora social, máster en Asentamientos Humanos y Medio Ambiente de la Universidad Católica de Chile y diplomada en Gestión Pública de la Universidad de Chile. Además es certificada Copper Mark. Cuenta con 26 años de experiencia, dentro de los cuales trabajó en la Comisión Nacional del Medio Ambiente y luego durante 15 años en el Ministerio del Medio Ambiente. Actualmente es Socia de Cambio Climático y Servicios de Sostenibilidad en EY Chile, donde lleva 11 años liderando proyectos en diversas industrias.
Además de su fascinante trayectoria laboral, es una aficionada de la jardinería, especialmente de nenúfares. Como deporte practica pilates y stand up paddle. Y cada vez que puede realiza actividades de voluntariado.
¿Qué significa para ti ser parte de WEC CHILE?
Para EY y para mi ser parte de WEC Chile es un tremendo orgullo y una linda responsabilidad. Formar parte de esta iniciativa global y compartir con distintas organizaciones públicas y privadas con las que coincidimos en principios e intereses comunes, nos llena de energía para continuar aportando en temas trascendentes. Estamos en un país con mucho potencial y es importante tener estas instancias para que avancemos en conjunto.
¿Cuál crees que es el principal aporte de tu organización a esta plataforma de diálogo neutra?
Nuestra contribución consiste en brindar una perspectiva global y local desde nuestro amplio conocimiento del sector energético, sus desafíos como industria y en particular desde la importancia de la sostenibilidad y la urgencia del cambio climático. Además, contamos con las herramientas para distinguir oportunidades en las diferentes industrias y a nivel global, que pueden ayudar a los miembros de WEC a tomar decisiones informadas.
“Estamos en un país con mucho potencial y es importante tener estas instancias para que avancemos en conjunto”.
¿Cuál crees que es nuestro principal potencial a nivel país en cuanto a recursos energéticos? ¿En qué debiéramos enfocarnos y cuáles son los principales desafíos?
Chile posee un enorme potencial y continúa consolidándose como líder en el sector de las energías renovables en Latinoamérica, en este sentido, se ha convertido en un destino atractivo para la inversión extranjera. Los objetivos de energía renovable para 2030 y la neutralidad de carbono para 2050 son ambiciosos, y requerirán que el mercado se base en su actual compromiso de inversión en infraestructuras para garantizar que la energía renovable producida pueda distribuirse adecuadamente por todo el país.
¿Qué significado le das a la humanización de la transición energética?
La transición energética debe ser un beneficio para todas y todos, para nuestro medio ambiente y para nuestras comunidades. El desarrollo de proyectos energéticos debe considerar la diversidad territorial, cultural y una implementación que se adapte al entorno de las operaciones y habite virtuosamente en ella.
Dentro de las iniciativas que están desarrollando actualmente, ¿qué proyecto te gustaría destacar y compartir?
Como empresa que entrega servicios de consultoría y auditoría, nos gustaría destacar y compartir nuestros datos y conocimiento global, ponerlo a disposición para enfrentar los desafíos de la industria de la energía y proponer soluciones que hagan que la transición energética avance a la velocidad necesaria, considerando los contextos y las realidades de las distintas empresas.